domingo, 28 de noviembre de 2010

Reseña show Rammsteim en argentina 2010

Rammsteim en argentina 2010
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Bueno aqui esta la breve reseña del show que esta potente banda alemana die en nuestro pais

Personalmente agradecemos a kasai quien es el autor de esta hermosa reseña y quien fue uno de los privilegiados en disfrutar de esa noche especial (gracias kasaiiiiiiiiiiiiii jajajajaj)

Con una organización local algo negligente, el show arrancó de Rammstein alrededor de las 21hs. Quedaban atrás horas de una cola innecesariamente lenta, que alcanzó un ritmo de casi trote cuando a veinte minutos del comienzo notaron que quedaban miles de personas aún afuera. Pero todo eso quedó en segundo plano cuando la tela negra que hacía las veces de telón cayó dejando a la vista de las gradas semirepletas y un campo con una energía que hacía rato no se veía, una gigantesca bandera alemana que cubria todo el escenario, que tambien caería para dejar a la vista un escenariod dos niveles en el que faltaban, y nos e extrañaron, las típicas pantallas de video del 90% de las bandas. Empezaba a sonar el obvio Rammlied, quizás sin una nitidez 100% ideal pero con una potencia de esa que sacude pantalones, prohibida en las tierras porteñas, que ya justificaba el viaje a Avellaneda.
El show tuvo un inesperado percance a los pocos minutos de iniciado: una valla de seguridad cedió y obligó a detener el recital por diez minutos para recolocarla. Los teutones volvieron y ofrecieron todo lo que los ha hecho célebres como una de las bandas con mejor y más original puesta en escena del planeta. A los ya clásicos lanzallamas en la boca, bolas de fuego ascendentes o tecladista a la cacerola (durante Mein Teil) seguido del hombre en llamas, se sumaron prótesis fálicas lanzchispas durante pussy, seguido de una sugestiva tormenta de papelítos lanzada al público, y una pirotécnia de la difícil, la precisa, la que aún sorprende combinada con un excelente juego de luces que teñía un, de a ratos, infernal escenario de sombras y llamas al color de la escena del momento.
Tras dos horas al palo que sólo dieron tregua durante la interpretación de Früling in Paris, mezclando clásicos como Du Hast con temas de su último disco, la banda hizo su primer cierre con un Ich Will que dio lugar, luego, al primer bis arrancado con un potente y clásico Sonne, hasta finalmente despedirse de las tierras pampeanas con un ultracoreado Te quiero puta, que sirvió como segundo bis.
Rammstein, una banda que promete y cumple, paso así por la Argentina opacando los deslices organizativos y dándole a su público lo que fue a buscar: música potente, una puesta en escena trisensorial (llamas mediante) y ese plus que sólo se da cuando ves algo que es, felizmente, distinto y memorable.



reiteramos nuestro agradecimiento por el aporte

gracias